COMUNIDAD DE LA CAVA
La Cava es un barrio marginal ubicado en el Partido de San Isidro, en el noreste del Gran Buenos Aires. Su superficie se extiende sobre una zona de 15 manzanas, en lo que antiguamente era una vieja cantera o cava, y que luego dio origen a su nombre.
Alberga aproximadamente a 2000 familias que representan una población estimada de 10.000 personas de bajos recursos, donde alrededor de 7000 de ellas se encuentran en edad escolar. Habitan el barrio en condiciones de extrema precariedad, con severas deficiencias en cuanto a los servicios básicos de agua, cloacas, provisión de electricidad y gas natural.
Las familias viven en casillas ubicadas en sectores planos a nivel de la calle, pero hay muchas otras cuyas viviendas se asientan en desniveles de hasta cuatro metros de profundidad. En días de abundante lluvia estas zonas se inundan profusamente. Muchas de las viviendas fueron fabricadas con ladrillos de canto, pero la gran mayoría son de materiales menos resistentes a las inclemencias climáticas, como la madera, el zinc y el cartón. Actualmente, un 70% de las familias residen en viviendas precarias. Las viviendas son de dimensiones reducidas, frágiles e inseguras, y carecen de servicios y ventilación adecuada. Tan solo un 30% de las familias fueron alcanzadas por el Plan de Reurbanización de Viviendas iniciado en 2005.
La mayoría de las familias son muy numerosas. Conviven alrededor de 7 personas por vivienda, con un promedio de 5 hijos. Este hacinamiento complejiza el desarrollo adecuado del grupo familiar. Las deficiencias alimentarias son preocupantes y causantes de problemas de salud. Por otra parte, la lucha constante contra las adicciones se ha vuelto un trabajo diario y constante en la búsqueda de asistencia y contención para los grupos familiares más vulnerables.
La comunidad vive en permanentemente exposición a situaciones límite que, a su vez, los coloca en un estado de angustia y desesperanza.
Ubicado a la entrada del barrio, junto a la parroquia, el Colegio Santo Domingo Savio abre sus puertas a la comunidad y se compromete en el desarrollo integral de sus alumnos, formándolos como ciudadanos protagonistas de su desarrollo personal y responsable con el bienestar social.
Desde Santo Domingo Savio les damos la bienvenida y confiamos en que juntos forjaremos un camino lleno de esperanza y aprendizajes valiosos para nuestros chicos.